SEÚL. La compañía surcoreana Samsung Electronics reveló hoy que examinará el dispositivo incendiado que obligó a evacuar un vuelo en EEUU para comprobar si se trata de uno de sus móviles Galaxy Note 7 posteriores a la revisión por el escándalo de las igniciones de teléfonos, en un hecho ocurrido la pasada semana.
“Hasta que seamos capaces de recuperar el dispositivo, no podemos confirmar que este incidente implique al nuevo Note 7”, expresó Samsung Electronics en un comunicado, un día después de que un terminal ardiese en un avión de Southwest Airlines en el aeropuerto internacional de Louisville, en Kentucky (EEUU).
“Estamos trabajando con las autoridades de Southwest para recuperar el dispositivo y confirmar la causa. Una vez que lo hayamos examinado tendremos más información para compartir”, concluyó la firma surcoreana, sin ofrecer más detalles.
En otro caso, también ocurrido en Kentucky otro móvil se encendió durante el fin de semana. Según su propietario, Michael Klering, el móvil había sido reemplazado luego del llamado que hicieron la compañía.
“Se suponía que el teléfono era un reemplazo. No estaba conectado”, dijo Kleering, al asegurar que el móvil se incendió mientras él dormía. Despertó del sueño al escuchar chirrido y chispas.
El avión de Southwest Airlines estaba listo para despegar rumbo a Baltimore (Maryland, EEUU) en la mañana del miércoles, cuando se detectó humo en la cabina procedente de un teléfono móvil en llamas.
El terminal comenzó a arder en el bolsillo de su propietario, que rápidamente lo tiró al suelo, donde quemó la moqueta del avión, según sus declaraciones a medios estadounidenses.
Tras la evacuación de la aeronave, el usuario aseguró que se trataba de un “phablet” Galaxy Note 7 adquirido el pasado 21 de septiembre y que de hecho tenía el símbolo de la batería en color verde, tal y como corresponde a los dispositivos comercializados después de la revisión.
La revista especializada estadounidense The Verge mostró fotografías del teléfono accidentado y su caja, en la que aparece un cuadrado negro que supuestamente corresponde a los dispositivos seguros.
Samsung retiró del mercado el Note 7 el pasado 2 de septiembre y lo llamó a revisión, tras reconocer 35 casos documentados en todo el mundo de terminales que ardieron durante la carga debido a baterías defectuosas.
Tras supuestamente solucionar este problema, a mediados del mes pasado la firma comenzó a comercializar los nuevos dispositivos supuestamente seguros.
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