Gobernaba el presidente Antonio Guzmán Fernández, quien tan solo tenía 380 días de ejercicio del poder cuando el 31 de agosto de 1979 siendo las 3:00 de la tarde y por estar ubicada la República Dominicana en la ruta de los ciclones y huracanes, hizo acto de presencia el más poderoso de los fenómenos atmosféricos.
De categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson y con ráfagas de vientos máximos sostenidos de 175 mph (280 km/h) por hora, David destruyó en más de un 70 por ciento el alumbrado eléctrico y dañó seriamente el Acueducto de Santo Domingo y el sistema telefónico.
Algunos expertos estiman que el fenómeno causó la muerte de 2 mil personas, pero otros sostienen que las víctimas fueron 4 mil. Se estima que más de 600 mil personas perdieron sus hogares, especialmente en San Cristóbal, Baní, Azua, el Distrito Nacional, San Pedro de Macorís, Higüey, La Romana, El Seibo y Monte Plata.
Penetró a territorio dominicano entre Haina y San Cristóbal. Algunos especialistas consideran que las pérdidas en el sector agropecuario superaron los 1,000 millones de dólares, dejando en una gran crisis económica al Estado a tan solo 380 días del Gobierno del presidente Antonio Guzmán Fernández.
La República Dominicana cuenta hoy con mejores organismos de socorro, y una mayor cantidad de canales comunicativos que ayudan a prevenir y alertar a la población ante fenómenos naturales de esta magnitud
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