Los Toronto Raptors hicieron historia este jueves al ganar su primer campeonato de la NBA y el primer título para un equipo de fuera de Estados Unidos tras vencer en el sexto juego de la Final 114-110 a los Golden State Warriors, campeones en las dos últimas campañas.
En un encuentro igualado de principio a fin, con hasta 18 cambios en la delantera en el marcador, los Raptors cerraron así una temporada de ensueño, que comenzó con la adquisición capital de Kawhi Leonard, procedente de los San Antonio Spurs, que cambió el panorama en la liga.
El alero, el mejor jugador de estos Playoffs, terminó con 22 tantos, el armador Kyle Lowry y el ala-pívot Pascal Siakam con 26 y el base suplente Fred VanVleet se erigió en el héroe al final con 22, 12 de ellos en el último cuarto.
El base Stephen Curry se quedó con 21 puntos, el escolta Klay Thompson con 30, el alero Andre Iguodala con 22 y el ala-pívot Draymond Green con un triple-doble de 11, 19 rebotes y 13 asistencias por Golden State.
Los Warriors, sin el lesionado Kevin Durant, Jugador Más Valioso (MVP) de las dos finales previas, mostraron su alma de campeones en todo momento pero perdieron al final del tercer periodo también a Thompson por una lesión en la rodilla, y se quedaron sin su cuarto anillo en los últimos cinco años.
La dinastía de los de Oakland encara ahora un verano boreal determinante: el año que viene se marcharán a la vecina San Francisco, Durant, Thompson y el poste DeMarcus Cousins son agentes libres y la gerencia está maniatada económicamente para remozar una plantilla necesitada de caras nuevas.
- De tres en tres -
En el último partido NBA para el Oracle Arena de Oakland, Toronto salió a sentenciar la eliminatoria en los compases iniciales con un parcial de 11-2, todos ellos obra de Lowry.
El armador, que erró el tiro decisivo sobre la chicharra en el quinto juego en Canadá, arrancó encendido para liderar a los suyos en los primeros compases.
Los canadienses, que se habían tenido que conformar con un 8/32 desde la línea de tres en su último choque, mantuvieron su ventaja durante la mayor parte del primer cuarto gracias a su acierto desde el triple.
Del otro lado, Thompson se encargaba de mantener con vida a los Warriors en una noche extrañamente tranquila de Curry, cuyo primer lanzamiento a canasta llegó tras nueve minutos debido al férreo doble y triple marcaje de la defensa visitante.
Toronto llegó así con una mínima ventaja de una unidad al final del primer periodo (33-32) gracias a un Lowry imparable y con un 7/14 en tiros de tres.
Golden State, con un gran Iguodala y un Green omnipresentes, siempre conservó la compostura y, con un Thompson en modo francotirador, fue navegando las embestidas de los visitantes para marcharse tres abajo al descanso (57-60).
Sus 10 pérdidas en 24 minutos eran una rémora demasiado grande hasta entonces.
- MVP -
Kawhi, apagado hasta esa instancia, salió acelerado con seis puntos consecutivos para arañar una renta de seis (72-66) que los locales neutralizaron para volver a ponerse por delante (80-76) con su máxima hasta ese momento.
Thompson era una fuerza imparable, anotando desde cualquier posición... hasta que recibió una falta por detrás de Danny Green en una volcada, cayó mal sobre su rodilla izquierda y, tras lanzar los tiros libres, se marchó cojeando al vestuario.
Instantes después llegaba la terrible noticia: el escolta se perdería el resto de la contienda, abandonando el vestuario en muletas.
88-86 para los de Oakland al final del tercer cuarto pero todo un cuarto sin su jugador más en forma. 12 minutos eternos para luchar por un primer anillo o por continuar con vida en la serie.
Todos miraban a Kawhi. A Curry. Incluso al camerunés Pascal Siakam y al español Marc Gasol. Pero el que apareció, de nuevo, fue VanVleet.
El armador suplente de los canadienses selló tres triples consecutivos y dio de nuevo la delantera a los suyos. El actor secundario fue protagonista cuando nadie lo esperaba y cuando Toronto más lo necesitaba.
Y, como no podía ser de otra manera, como en la mayor parte de la eliminatoria, todo se decidió en los últimos segundos.
Un triple de Green acercó a tres a los locales a falta de dos minutos (108-105) y una canasta de Cousins los puso a uno con 37,7 segundos (109-108).
Siakam alargó la distancia a los tres con una flotadora (111-108), Curry acertó dos tiros libres (111-110) y Danny Green perdió incomprensiblemente la pelota con 9,6 por jugarse.
Los Warriors, en su despedida del Oracle Arena, iban a tener la última del partido. Curry era el elegido... pero su triple no entró.
Tras cuatro tiros libres consecutivos, Golden State cedía así su cetro, incapaz de sobreponerse a las duras lesiones de dos de sus tres mejores jugadores.
Mientras, los Raptors celebraban con rabia y Kawhi era elegido MVP por segunda vez en una Final (antes con los Spurs), tras unos Playoffs inolvidables que lo sitúan ya como el basquetbolista más importante en la historia de Canadá.
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