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sábado, 2 de mayo de 2015

Dos estilos opuestos se juegan su legado en una pelea donde Floyd y el PACMAN se juegan todo

Las Vegas (EEUU) (EFE).- Nunca antes se había hablado tanto de una pelea de boxeo como la que en horas, van a protagonizar los púgiles, el estadounidense invicto Floyd Mayweather Jr. y el filipino Manny Pacquiao, con estilos completamente opuestos que no sólo van a definir la unificación del título welter sino que también su legado de cara a la historia. Se ha dicho todo, o casi todo, acerca de la pelea que, de momento, lo único que tiene asegurado es que batirá todas las marcas en cuanto a los ingresos y ganancias se refiere.
Pero la gran preocupación en los respectivos campos de trabajo de ambos púgiles es conseguir que toda la estrategia establecida durante los meses que llevan de preparación la noche del sábado funcione a la perfección. Cada uno de los dos púgiles cuenta con un estilo que les ha permitido convertirse en los mejores del momento, sobre el cuadrilátero montado en el MGM Grand Garden Arena, tendrá que demostrar cual de los dos sale triunfador.
El invicto Mayweather Jr., de 38 años, con marca de 47-0 y 26 triunfos por la vía del nocáut, se encuentra ante la gran pelea de su carrera y la única que no ha podido montar a su gusto, se la impuso la cadena de televisión Showtime, ante la falta de ingresos importantes en los últimos tres últimos combates que realizó. Ante esa realidad, Mayweather Jr. es consciente que arriesga su invicto ante el más peligroso de todos los rivales que haya podido enfrentar, Pacquiao (57-5 -2 con 38 KOs), que si ha tenido siempre a los peleadores más duros como han sido los campeones mexicanos, con los que realmente mejoró aun más su estilo agresivo y valiente.
Ante es estilo de boxeo, el peor que encaja en el suyo propio, Mayweather Jr. tendrá que alcanzar la perfección con su directo de izquierda, una cintura de mimbre que se doble de forma constante y trabajar la contra con precisión quirúrgica, porque es seguro que Pacquiao le atacará, pero no de forma alocada, sino todo lo contrario para entrarle de lleno en la guardia. Otro problema que se le presenta a Mayweather Jr. es que se va a enfrentar a un zurdo rápido y agresivo, lo que le obligará a moverse siempre hacia la mano derecha de su oponente, algo que Pacquiao va a intentar evitar cortándole la salida gracias a la gran velocidad que posee en sus piernas. Mayweather gana siempre en base a su técnica defensiva insuperable, la velocidad y el golpeo quirúrgico. La suma de impactos certeros suelen regular el razonamiento matemático de los jueces, siempre favorable al que lanza más y recibe menos.
Esta vez, sin embargo, va contra un hombre, que suma más impactos por asalto, aunque acierte menos. Por ello es aconsejable que el campeón invicto aumente su volumen de golpeo. Si no lo hace, quizás, esta vez las tarjetas nos contarán una historia muy diferente a las de sus peleas anteriores, otro aspecto que preocupa grandemente al campo de Mayweather Jr. Por eso tendrá que estar en control de la pelea desde el primer asalto, si no la controla en los cinco primeros, al campeón invicto le tocará vivir un auténtico calvario ante Pacquiao, que no es el argentino Marcos Maidana, con el que ya dejó al descubierto las debilidades que posee.
Además ha quedado demostrado que las peleas de Mayweather Jr. son un calco una tras otras, nada nuevo, ninguna variante, modificación, se centra en una defensa inexpugnable, velocidad, capacidad única para moverse sobre piernas y la necesaria inteligencia para sumar puntos con cada golpe lanzado. Pacquiao lo sabe y con Freddie Roach, su preparador, al frente tiene seguro el antídoto que esta vez podría forzar a Mayweather Jr. a tener que presentarse con el plan B y tal vez esa sea la gran sorpresa de la noche y la que pueda mantener a Mayweather invicto.
El campeón filipino, marca de 57-5 -2 con 38 nocáuts, está más tranquilo que nunca, más seguro de su boxeo y de haber recuperado el “instinto asesino” que lo hacía demoledor hace 10 años. Su gran reto no es sólo agigantar aun más su leyenda sino demostrar que en el deporte del boxeo un gran ataque pudo con la mejor defensa, a un rival con mayor altura, extensión de brazos y una gran técnica. Pacquiao posee la receta ideal para conseguirlo y no es más que la velocidad de vértigo que atesora en sus piernas y brazos y un rompimiento explosivo en cualquier momento que hará que desde el inicio trate de impedir que Mayweather Jr. controle el ritmo del combate programado a 12 asaltos.
El campeón filipino sabe también que su trabajo sin descanso da comienzo desde que suene la campana hasta que concluya el combate para no hacerle ninguna concesión gratuita a Mayweather Jr. que si se ve agobiado en los cinco primeros asaltos y sin control entrará en un territorio que para el será desconocido. Si algo debe evitar Pacquiao, es tomarse los primeros asaltos para estudiar a su rival.
El primer tramo de la pelea es el Talón de Aquiles del estadounidense, todos los rivales importantes a los que se ha enfrentado Mayweather Jr. le generaron problemas, el campeón filipino debe ser la pesadilla perfecta. Lo mismo que un golpe a la contra, como le sucedió en la cuarta pelea ante el mexicano Juan Manuel, lo dominaba, tenía el control, pero quería concluir la pelea de forma rápida y le costó perderla.
La velocidad y la explosividad de Pacquiao garantizan muchos golpes lanzados por asalto, pero no necesariamente van a llegar a su destino, algo que Roach ha trabajado a conciencia y lo que descargue el campeón filipino con sus puños será pura metralla, debe ganar también la imagen de dominio ante los jueces. Roach también sabe que se encuentra ante la pelea con la que puede consumar su obra maestra de entrenador, de ahí que Pacquiao saldrá al cuadrilátero con la estrategia apropiada, un plan B y hasta un plan C para intentar superar en todo momento a Mayweather Jr. y acabar con su invicto.EFE

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