

La menor, que nació de forma prematura en un hospital de Argentina, fue dada por muerta por lo que se llevó su cuerpo hasta la morgue donde permaneció doce horas.
Sus padres se dirigieron hasta el depósito para dar el último adiós a la pequeña cuando se encontraron con una sorpresa mayúscula, según publican algunos medios como el Daily Mail.
La madre, Analía Bouter, oyó un gemido y tras abrir el pequeño ataúd descubrió que su hija seguía con vida.
"De repente oí un gemido y vi como se estiraba. Di un paso hacia atrás y caí de rodillas. Mi marido no sabía qué hacer", ha relatado la madre.
Tras el descubrimiento, la pequeña fue trasladada al hospital donde se recupera favorablemente.
Sus padres ya han anunciado que la bautizarán con el nombre de Luz Milagros.
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