“Él vive en mi hija”, fue la forma en que emocionada la madre de la joven que recibió el primer trasplante de corazón en el país se expresó del donante del órgano que permitirá a su hija de 22 años continuar viviendo.
Hilda Mercedes Vargas, madre de Stephany Moreno, quien padecía insuficiencia cardíaca terminal, dijo que su hija, que había perdido las esperanzas de vivir, recobró los deseos de terminar el bachillerato y trabajar para brindar un mejor futuro a sus hijos Braenyi, Biannely y Esmil Sosue, de 7, 4 y 3 años de edad.
Stephany permanece recluida en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de la Plaza de la Salud, donde fue sometida el miércoles a una intervención quirúrgica que se extendió por cuatro horas, en la que intervinieron 25 médicos dominicanos.
El gerente de Cuidados Intensivos, doctor Gamalir Matos, dijo esta mañana que la paciente evoluciona favorablemente aunque todavía permanece en el rango de riesgo.
“Ella está animada y hoy comenzará a recibir alimentación líquida”, detalló la encargada de Comunicaciones de la Plaza de la Salud, Dashira Martínez.
Hilda dijo que aunque no conocía el nombre del donante, del que supo tenía 26 años, le agradece la vida de su hija por su desprendimiento. “El muchacho, de 26 años, se cayó de una mata de aguacate. Donó el corazón, los riñones, y el hígado, eset último a una niña de tres años”.
Tras el parto de su hijo menor a Stephany le diagnosticaron cardiomiopatía dilatada postparto e insuficiencia cardíaca. “A ella de decían siempre que estaba embarazada por lo hinchada que permanecía por la acumulación de líquidos que le provocaba su enfermedad. Un día estaba bien, cocinaba y todo pero de repente perdía las fuerzas”, relató la madre. El hospital asumirá los gastos médicos.
Stephany reside con su madre y sus hijos en la calle El Atardecer número dos del sector Bello Amanecer, de Sabana Perdida.
El milagro
El futuro de Stephany comenzó a cambiar hace menos de un mes cuando su madre fue al hospital Salvador B. Gautier a buscar unos medicamentos para su hija y una doctora le dijo que en la Plaza de la Salud la podían ayudar. Cuando acudió a la Plaza la internaron por 13 días.
El martes cuando ambas participaban de una campaña de evangelización recibieron la llamada milagrosa de que ya tenían el donante.
Acudieron al centro de salud y en la mañana del miércoles inició el trasplante del órgano que ha tenido compatibilidad del 100 por ciento. “Mi hija estaba viva de milagro porque al corazón de ella sólo le funcionaba una partecita”, concluyó.
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