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sábado, 26 de octubre de 2013

Asesinato Albert de Jesús Acosta Matos, un hecho espantoso que causo dolor

BONAO. Lo que defienden la pena de muerte nunca han visto un caso como este y es que lo que pasó en esta comunidad parece de un guión de terror que en cualquier país llevaría a la pena máxima en el nuestro es de sólo 30 años.

Cuando el joven  Albert de Jesús Acosta Matos de 21 años, un joven que trabajaba en el multiuso La Sirena, catalogado por su comunidad como un joven serio y de carácter ejemplar salió para realizar el traspaso de una pasola el sábado 23 de junio de 2012, seria la última vez que se le vio con vida.

Su cuerpo sin cabeza y desnudo total apareció en unos matorrales de la comunidad de Juma el 25 de junio de 2012, donde las autoridades se trasladaron para levantar el cadáver. El cuerpo sin cabeza fue llevado a la morgue del hospital Pedro Emilio de Marchena de aquí de donde sería trasladado al Instituto de Ciencias Forenses de Santiago para realizarle una necropsia.

Carlos Daniel Henríquez de 21, Jorge Luís Suriel (el giriguao) 22 y Amado Pérez Peña de 27 años citaron al joven Albert de Jesús Acosta Matos, de 23 años a realizar un negocio de una venta de una pasola a una casa de campo solitaria, ya en el lugar lo encañaron y le ataron las manos y luego le cortaron la cabeza, la cual fue encontrada el 27 de junio de 2012, en el retrete de una letrina.


La Condena 30 años para cada uno

Noventa años de prisión repartieron los jueces del Tribunal Colegiado de Monseñor Nouel a tres hombres que decapitaron  y botaron su cabeza por un retrete a un joven el pasado años en esta ciudad, lo que provocó una consternación a la población.

Carlos Daniel Henríquez de 21, Jorge Luís Suriel (el giriguao) 22 y Amado Pérez Peña de 27 años respetivamente, los jueces le cantaron 30 años a cada uno encontrándolo culpable de haber violado los artículos 265, 266, 295, 304, 379, 382 y 304 del Código Penal Dominicano, además la Ley 36 de porte y tenencia de arma de fuego ilegal.

Los tres serán llevados a la cárcel de Cotuí a cumplir sus penas impuestas.

Los jueces licenciados Nelson Antonio Angomás, Pedro Julio Cornelio y Elizabeth Amalia López, declararon culpables de asesinato.
El juicio duro desde la mañana hasta en la noche de ayer, donde la sala estuvo repleta de familiares del joven decapitado y curiosos que querían ver lo que iba a pasar con los tres imputados.
El magistrado procurador fiscal de Monseñor Nouel, licenciado José Luís Faria, asumió la las investigaciones del caso y participó en el juicio como ministerio público.

Luego de la sentencia emitida por los jueces la población celebró la decisión que estuvo ese tribunal al condenar a los tres delincuentes a la pena máxima.

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