AFP.- WASHINGTON – El aumento del nivel de los océanos
producto del derretimiento del hielo polar por el calentamiento global
amenaza varios hitos estadounidenses, como la Estatua de la Libertad y
el Centro espacial Kennedy, advirtió un informe de expertos este martes.
“Casi se puede seguir la historia de Estados Unidos con estos lugares”, destaca Adam Markham, investigador de la organización privada Union of Concerned Scientists (UCS) y coautor del informe “El riesgo es destruir el patchwork testigo de la herencia y de la historia de la nación”.
El documento enumera 30 tesoros nacionales amenazados no sólo por las aguas, sino también por incendios en el oeste de Estados Unidos, donde los siniestros son cada vez más frecuentes debido a la sequía que los expertos vinculan con el calentamiento global.
Además de la Estatua de la Libertad y del Centro Kennedy, del que despegaron los primeros hombres que viajaron a la Luna, el documento menciona Jamestown, en Virginia, primera colonia británica permanente en el continente americano y que “probablemente quedará sumergido por la crecida del océano hacia el final del siglo”, predice la UCS.
“El Fuerte Monroe en Virginia, que tuvo un papel crucial durante la Guerra de Secesión, será una isla dentro de 70 años”, añade Markham, quien subraya que el “Castillo de San Marcos en San Agustín en Florida es muy vulnerable”, añade.
Es el fuerte más antiguo que se haya construido en Estados Unidos y se cree que quedará completamente rodeado de agua porque según proyecciones de la Agencia nacional oceánica y atmosférica (NOAA), el nivel del océano Atlántico subirá 91 centímentros hacia 2100.
Los océanos que suben y la amenaza de tormentas más violentas también ponen en peligro el centro histórico de Annapolis en Maryland, de Charleston en Carolina del Sur y de Boston en Massachusetts, advierten los autores del informe, según quienes muchos otros tesoros arqueológicos en el planeta son vulnerables.
La Sociedad Americana de Arqueología (SAA), cuya meta es preservar las riquezas arqueológicas en el mundo, publicó un comunicado el martes llamando a preservar estos sitios.
Por su parte la Nasa evalúa cómo el cambio climático afecta el Centro Espacial Kennedy y varias otras de sus bases también amenazadas.
Cinco de siete principales centros de la agencia espacial están ubicados a lo largo de una costa, una cercanía con el agua necesaria para lanzar naves espaciales lejos de zonas habitadas.
Muchos de estos centros ya sufrieron daños importantes con el aumento del nivel de las aguas oceánicas, la erosión de las costas y los huracanes, subraya el informe.
“Según la oficina de gestión de las edificaciones y propiedades de la Nasa, el aumento del nivel de los océanos es la mayor amenaza para que se mantengan las actividades del Centro espacial Kennedy”, indica el informe de la UCS.
Los autores insisten en que para frenar el cambio climático y dar más tiempo para preservar estos sitios amenazados es crucial reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas de efecto invernadero procedente de las actividades humanas, insisten los autores.
Según el último informe del Grupo intergubernamental de expertos sobre el clima (Giec) limitar el calentamiento a 2ºC con respecto a la era pre industrial todavía es posible pero implica actuar rápido para reducir las emisiones de CO2 de 40 a 70% hacia 2050.
“Reducir las emisiones de carbono de manera significativa y rápida puede frenar el ritmo de crecida del nivel de los océanos, limitar el aumento de las temperaturas terrestres y la duración de la temporada de incendios”, insiste Angela Anderson, directora de los programas para el clima y la energía en la UCS.
“Casi se puede seguir la historia de Estados Unidos con estos lugares”, destaca Adam Markham, investigador de la organización privada Union of Concerned Scientists (UCS) y coautor del informe “El riesgo es destruir el patchwork testigo de la herencia y de la historia de la nación”.
El documento enumera 30 tesoros nacionales amenazados no sólo por las aguas, sino también por incendios en el oeste de Estados Unidos, donde los siniestros son cada vez más frecuentes debido a la sequía que los expertos vinculan con el calentamiento global.
Además de la Estatua de la Libertad y del Centro Kennedy, del que despegaron los primeros hombres que viajaron a la Luna, el documento menciona Jamestown, en Virginia, primera colonia británica permanente en el continente americano y que “probablemente quedará sumergido por la crecida del océano hacia el final del siglo”, predice la UCS.
“El Fuerte Monroe en Virginia, que tuvo un papel crucial durante la Guerra de Secesión, será una isla dentro de 70 años”, añade Markham, quien subraya que el “Castillo de San Marcos en San Agustín en Florida es muy vulnerable”, añade.
Es el fuerte más antiguo que se haya construido en Estados Unidos y se cree que quedará completamente rodeado de agua porque según proyecciones de la Agencia nacional oceánica y atmosférica (NOAA), el nivel del océano Atlántico subirá 91 centímentros hacia 2100.
Los océanos que suben y la amenaza de tormentas más violentas también ponen en peligro el centro histórico de Annapolis en Maryland, de Charleston en Carolina del Sur y de Boston en Massachusetts, advierten los autores del informe, según quienes muchos otros tesoros arqueológicos en el planeta son vulnerables.
La Sociedad Americana de Arqueología (SAA), cuya meta es preservar las riquezas arqueológicas en el mundo, publicó un comunicado el martes llamando a preservar estos sitios.
Por su parte la Nasa evalúa cómo el cambio climático afecta el Centro Espacial Kennedy y varias otras de sus bases también amenazadas.
Cinco de siete principales centros de la agencia espacial están ubicados a lo largo de una costa, una cercanía con el agua necesaria para lanzar naves espaciales lejos de zonas habitadas.
Muchos de estos centros ya sufrieron daños importantes con el aumento del nivel de las aguas oceánicas, la erosión de las costas y los huracanes, subraya el informe.
“Según la oficina de gestión de las edificaciones y propiedades de la Nasa, el aumento del nivel de los océanos es la mayor amenaza para que se mantengan las actividades del Centro espacial Kennedy”, indica el informe de la UCS.
Los autores insisten en que para frenar el cambio climático y dar más tiempo para preservar estos sitios amenazados es crucial reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas de efecto invernadero procedente de las actividades humanas, insisten los autores.
Según el último informe del Grupo intergubernamental de expertos sobre el clima (Giec) limitar el calentamiento a 2ºC con respecto a la era pre industrial todavía es posible pero implica actuar rápido para reducir las emisiones de CO2 de 40 a 70% hacia 2050.
“Reducir las emisiones de carbono de manera significativa y rápida puede frenar el ritmo de crecida del nivel de los océanos, limitar el aumento de las temperaturas terrestres y la duración de la temporada de incendios”, insiste Angela Anderson, directora de los programas para el clima y la energía en la UCS.
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