4 de abril. Pues mucho más, estando ya justificado con su sangre, por él seremos salvos de la ira. Romanos 5:9.
Sumergida en un mal de culpa, Alejandra se recrimina por los errores pasados. No es religiosa; tampoco conoce la Biblia me acaricia inquietudes espirituales. Pero la culpa la asfixia y la paraliza. Algo dentro de ella, parece condenarlo a una vida de sufrimiento. De cierto modo, siente que merece las adversidades que enfrenta.
El psicoanalista a tratado de ayudarla a "justificar" sus errores. Pero por más qué racionaliza en turno de ellos, algo más fuerte que el "poder" de su mente le dice que es culpable. Alejandra ignora que el ser humano nace con complejo de culpa; "culpa existencial", dirían los psicólogos.
No importa el nombre que se le dé. La naturaleza humana nace separada de Dios y, lejos el creador, no hay como ser feliz. A la joven dulce, de mirada penetrante y sonrisa melancólica, le llevó años descubrir el origen de su angustia.
Una noche aciaga de envenenarse de con remedios para dormir, tomó en consideración la Biblia.
La primera pregunta que surgió en su mente fue: ¿puede un libro tan antiguo satisfacer mis inquietudes? Había buscado respuesta en el enmarañado de sus ideas existencialistas; y no las había encontrado. Entonces, llevada por instinto de conservación, se respondió a sí misma delante de la Biblia: "Nada pierdo intentando".
Ese fue el inicio de su recuperación. Leyendo el libro sagrado descubrió que todos los seres humanos nacen condenado a muerte: "No hay justo ni aún uno"; "todos pecamos y estamos destituidos de la gloria de Dios".
Después de leer esto, entendió el origen de su estado depresivo. Sus sombras, entonces, se volvieron más densa; sus noche más oscura. Pero, al continuar leyendo, descubrió el versículo de hoy.
Fue como si el sol ilumina se de pronto oscuridad. Aprendió a confiar en Jesús. Ella es pecadora, pero Jesús ha derramado su sangre para salvarla.
Ahora esta justificada. Su vida de ERRORRES ha sido lavada por la sangre maravillosa de Jesús. La "ira" divina no será más un fantasma de su vida no más días de angustia; no más noche De insomnio. Ella cree. Y sólo le he contado por justicia.
Eso puede ser, tu realidad hoy, sí Recuerda que: "Mucho más, estando ya justificado con su sangre, por él seremos salvos de la ira".
La plenitud en Cristo
Alejandro Bullón
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