LOS ÁNGELES -- Para lograr el primer triunfo de su historia en una Serie Mundial, los Astros de Houston recurrieron al método que los trajo al Clásico de Otoño: batear, batear y batear.
El jardinero George Springer conectó cuadrangular de dos carreras en la undécima entrada para marcar la diferencia en una orgía de vuelacercas en la parte final del segundo encuentro de la Serie Mundial de 2017, que terminó con la victoria de los Astros por 7-6 en 11 entradas sobre los Dodgers de Los Ángeles en el mítico Dodger Stadium.
El jardinero venezolano Marwin González empató el juego con cuadrangular solitario en la novena entrada y su compatriota José Altuve y el puertorriqueño Carlos Correa sacaron la bola del parque en la décima para que los Astros se convirtieran en el primer equipo con tres batazos de cuatro esquinas en entradas extra y el primero con jonrones en el noveno, décimo y undécimo acto en la historia del evento.
Ambos equipos se combinaron para anotar nueve de las 13 carreras totales después de la octava entrada en una verdadera batalla por no ceder terreno.
Los ocho cuadrangulares de Astros y Dodgers establecieron un récord para un juego de Serie Mundial, superando los siete que conectaron los Gigantes de San Francisco y Atléticos de Oakland en el tercer duelo de la “Serie de la Bahía” de 1989.
Con el resultado, el Clásico de Otoño se empató 1-1 por quincuagésima novena ocasión en 113 años de historia. Los próximos tres encuentros se jugarán viernes, sábado y domingo en el Minute Maid Park de Houston.
Si ninguno de los dos conjuntos consigue una barrida en Houston, entonces la gran final del béisbol regresaría a Los Ángeles el martes.
“Fue un juego increíble en muchos niveles, con muchos rangos de emociones. Si te gusta el béisbol de octubre, si te gusta cualquier tipo de béisbol, este es uno de los juegos más increíbles en los que alguna vez serás parte”, dijo AJ Hinch, manager de los Astros.
“Sinceramente, este fue un juego de béisbol emocionante”, señaló por su lado Dave Roberts, manager de Dodgers. “Son dos equipos que compitieron por 27 outs y, sí, fue una montaña rusa emocional. Hubo algunas jugadas grandes a la defensiva. Se hicieron algunos grandes lanzamientos. Obviamente, algunos grandes éxitos y grandes jonrones y el enfoque estaba allí. Los chicos estaban jugando duro en ambos lados y lamentablemente nos quedamos cortos.
“No esperábamos que los Astros se tiraran al piso. Es un muy buen club de béisbol. Así que tomaremos el día de mañana sin jugar y estaremos listos para salir al próximo encuentro”, agregó el piloto angelino.
Entrando al encuentro del miércoles, los Dodgers tenían marca de 98-0 (incluidos Playoffs) cuando tenían ventaja en la octava entrada. El bullpen de los azules, encabezado por el preparador Brandon Morrow y el cerrador Kenley Jansen, había concedido tres carreras limpias en 30.2 entradas para una efectividad de 0.88, la segunda mejor de la historia en una postemporada para un cuerpo de relevistas con al menos 30 innings laborados.
Houston, el equipo que más bateó en la temporada regular, fue detenido en tres hits y una carrera en el Juego 1 y promediaba 2.33 carreras en seis partidos fuera de casa en la postemporada.
“Ha sido el mejor momento de una carrera, darle la oportunidad a mi equipo de volver de atrás. Todo cambió para nosotros desde ese instante”, afirmó González, el décimo pelotero con jonrón en la novena entrada para empatar un duelo de Serie Mundial.
Los Astros anotaron en la tercera entrada su segunda carrera de la serie y la número 15 en siete juegos en la ruta durante los Playoffs contra el abridor de Los Ángeles, el zurdo Rich Hill.
El jardinero Josh Reddick bateó un rodado que no pudo atrapar el intermedista Chase Utley para un hit al cuadro y avanzó a segunda base con toque de Verlander para luego anotar con hit al jardín central de Alex Bregman.
Hill abanicó a los estelares Altuve y Correa para terminar lo que parecía una entrada más prometedora para el club texano.
En el octavo, con Morrow en la loma, Bregman bateó un doble a la raya del jardín derecho, donde el cubano Yasiel Puig falló en hacer una atrapada de zambullida. Jansen, quien había convertido sus 12 oportunidades de salvamento de postemporada, entró a intentar un rescate de seis outs.
El cerrador retiró a Altuve con rodado a la segunda base, pero Correa pegó sencillo que acercó 3-2 a los Astros. Jansen, quien no había permitido carreras limpias en nueve entradas en Playoffs de 2017, fue estremecido por un cuadrangular solitario de González en la apertura del noveno capítulo que empató el marcador y silenció a la gran mayoría de los 54,293 aficionados en el parque.
En el décimo inning, Josh Field sustituyó a Jansen y permitió jonrones consecutivos de Altuve y Correa para poner a los Astros a tres outs de la primera victoria de su historia en la Serie Mundial, pero los Dodgers tenían otros planes.
“Este es el juego más emocionante, más grande, más importante en el que he participado en mi vida”, aseguró Correa, quien bateó de 6-3 con dos carreras impulsadas.
Springer terminó de 5-3 con dos impulsadas y Altuve consiguió su sexto jonrón de la postemporada.
Puig comenzó el cierre de la décima con jonrón contra el cerrador Ken Giles, quien se recuperó y ponchó a los dos próximos bateadores. Con dos outs, Logan Forsythe negoció boleto en cuenta de 3-2, avanzó a segunda por lanzamiento salvaje y anotó cuando el jardinero Enrique Hernández bateó sencillo al jardín derecho en cuenta de 3-1.
Los Astros no bajaron la guardia y volvieron a la carga en el undécimo acto contra Brandon McCarthy. El jardinero Cameron Maybin bateó sencillo al jardín central, se robó la intermedia y anotó por el segundo jonrón de Springer en la postemporada y su tercer hit del juego, un día después de poncharse cuatro veces.
“En las cuevas, (la sensación) es probablemente tan desgarradora como lo es en las gradas para todos los demás. Sabes quién está en el otro equipo, sabes quién está en el círculo de espera y sabes quién está bateando y cuando se realiza esa última exhalación, finalmente respiras”, dijo Springer sobre la enorme carga de emociones del partido.
“Pero eso fue de emoción alta a emoción baja y a emoción alta otra vez, pero por eso jugamos el juego y este es el juego más loco en el que he jugado y fue solamente el segundo”, agregó Springer.
“Todos los juegos serán así. Aquí están los dos mejores equipos de la temporada”, dijo González. “(Los Dodgers) tienen un gran equipo, pero la serie se acaba en Houston. En nuestra casa somos muy duros”, afirmó el coach Javier Bracamonte, único sobreviviente del otro equipo de los Astros que llegó a la Serie Mundial en 2005.
“Haber ganado el primer partido de esta manera es algo que usaremos a nuestro favor”, sentenció Bracamonte.