Luego de la investigación de rigor, lo primero que debes hacer cuando contratas a una persona para el servicio domestico y cuidado de tus hijos es darle las medidas de seguridad que debe tomar mientras estés fuera de la casa.
Insiste en este tema, háblalo, repasa con chica de servicio cada una de las reglas de seguridad y déjale por escrito lo que debe hacer y a quien debe llamar en caso de alguna de emergencia o una simple duda.
Con frecuencia las trabajadoras domesticas son sorprendidas en su buena fe por individuos (hombres y mujeres) que hábilmente les sacan información acerca de los dueños de la casa, sus horarios de entrada y salida, que luego utilizan para cometer alguna fechoría.
Diseña un plan de emergencias, que todos en la casa deben seguir cuando no estén papá y mamá. Recuerda que el brazo largo de la delincuencia ha llegado a sectores altamente protegidos, no dejes que el exceso de confianza te haga pasar por una mala experiencia.
El Plan de Emergencia
Lista de Teléfonos. Coloca en un lugar visible, la puerta de la nevera, por ejemplo, una lista con todos los números de teléfono a los que, en caso de emergencia, ella debería llamar, incluido los celulares y números de oficina. Si tienes bloqueado el acceso al 1 y al 0, deja un tarjeta de llamadas que solo se utilice en caso de emergencia.
Nadie entra a la casa cuando yo salga. Es una medida saludable. No permitas que amigos y familiares visiten tu casa en horario de trabajo. Si tienes esta costumbre, lo correcto es que le avises al servicio domestico quien vendrá, a qué hora e incluso para qué. Si una persona no se ha anunciado, ella debe llamarte para saber qué hacer.
Nada sale de la casa. Parece demasiado obvio y hasta tonto, pero a diario la gente sigue cometiendo el mismo error. Quien no ha escuchado con nombres y artículos diferentes estas historias: "Elsa vine a buscar la televisión para mandarla arreglarla", "María, tu jefa me pidió que viniera a buscar al niño para llevarlo a pelar ó para que hagas los oficios".
Esto hay que repetirlo mil veces, jamás deben entregar un electrodoméstico, mueble o dinero, sin una orden previa. Es mejor exagerar y que la abuelita o la amiga que se le ocurrió visitarte sin anunciarlo o ir a buscar la plancha prestada se quede esperando afuera de la casa que pasar por la terrible experiencia de un robo.
No dar información a extraños. El personal de servicio debe estar alerta y conciente de lo que puede pasar cuando se le da información de la casa a un extraño. Pídele que te informe de inmediato si alguien le pregunta por las intimidades de la casa.
Olvídate de los sospechosos habituales. Hombres y mujeres con lo que llamamos "buena apariencia" suelen inspirarnos más confianza. Se entiende que lo ladrones tienen la apariencia desaliñada y sospechosa típica de los malhechores de las películas. Nada más lejos de la realidad, la simulación es el arma predilecta de quienes entran con engaños a robar a las casas. Así que deja claro que estas reglas se aplican a todo el mundo por igual.
Los vecinos son nuestra familia más cercana. Es bueno tener contacto directo con alguna persona que viva cerca de nuestra casa. Un vecino puede llegar en cuestión de segundo para cerciorarse que todo este bien.
Insiste en este tema, háblalo, repasa con chica de servicio cada una de las reglas de seguridad y déjale por escrito lo que debe hacer y a quien debe llamar en caso de alguna de emergencia o una simple duda.
Con frecuencia las trabajadoras domesticas son sorprendidas en su buena fe por individuos (hombres y mujeres) que hábilmente les sacan información acerca de los dueños de la casa, sus horarios de entrada y salida, que luego utilizan para cometer alguna fechoría.
Diseña un plan de emergencias, que todos en la casa deben seguir cuando no estén papá y mamá. Recuerda que el brazo largo de la delincuencia ha llegado a sectores altamente protegidos, no dejes que el exceso de confianza te haga pasar por una mala experiencia.
El Plan de Emergencia
Lista de Teléfonos. Coloca en un lugar visible, la puerta de la nevera, por ejemplo, una lista con todos los números de teléfono a los que, en caso de emergencia, ella debería llamar, incluido los celulares y números de oficina. Si tienes bloqueado el acceso al 1 y al 0, deja un tarjeta de llamadas que solo se utilice en caso de emergencia.
Nadie entra a la casa cuando yo salga. Es una medida saludable. No permitas que amigos y familiares visiten tu casa en horario de trabajo. Si tienes esta costumbre, lo correcto es que le avises al servicio domestico quien vendrá, a qué hora e incluso para qué. Si una persona no se ha anunciado, ella debe llamarte para saber qué hacer.
Nada sale de la casa. Parece demasiado obvio y hasta tonto, pero a diario la gente sigue cometiendo el mismo error. Quien no ha escuchado con nombres y artículos diferentes estas historias: "Elsa vine a buscar la televisión para mandarla arreglarla", "María, tu jefa me pidió que viniera a buscar al niño para llevarlo a pelar ó para que hagas los oficios".
Esto hay que repetirlo mil veces, jamás deben entregar un electrodoméstico, mueble o dinero, sin una orden previa. Es mejor exagerar y que la abuelita o la amiga que se le ocurrió visitarte sin anunciarlo o ir a buscar la plancha prestada se quede esperando afuera de la casa que pasar por la terrible experiencia de un robo.
No dar información a extraños. El personal de servicio debe estar alerta y conciente de lo que puede pasar cuando se le da información de la casa a un extraño. Pídele que te informe de inmediato si alguien le pregunta por las intimidades de la casa.
Olvídate de los sospechosos habituales. Hombres y mujeres con lo que llamamos "buena apariencia" suelen inspirarnos más confianza. Se entiende que lo ladrones tienen la apariencia desaliñada y sospechosa típica de los malhechores de las películas. Nada más lejos de la realidad, la simulación es el arma predilecta de quienes entran con engaños a robar a las casas. Así que deja claro que estas reglas se aplican a todo el mundo por igual.
Los vecinos son nuestra familia más cercana. Es bueno tener contacto directo con alguna persona que viva cerca de nuestra casa. Un vecino puede llegar en cuestión de segundo para cerciorarse que todo este bien.
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