La Policía informó que Crismeli Guerrero, detenida con tres meses de medida de coerción, junto a su hermana Erika Guerrero, llevó a los investigadores hasta donde estaban los restos humanos sin el cráneo, en el kilómetro cinco del tramo carretero de Miches, El Seibo.
La institución del orden dice que la detenida afirma que la cabeza le fue cercenada a la joven y entregada a un individuo que supuestamente pagaría dos millones de pesos.
Wilma Martínez, de 27 años de edad, tiene más de un mes desaparecida. Se vio por última vez al salir del residencial Luisa Perla, del municipio de Higuey, en compañía de cinco personas de apariencia extranjera, entre ellos tres hombres y dos mujeres, a bordo de una jeepeta marca Nissan Infiniti, blanca.
Crismeli Guerrero fue detenida días después de la desaparición de Martínez luego que se comprobara que había realizado una compra de 28 mil pesos en Jumbo de La Romana con una tarjeta de la desaparecida.
Las versiones daban cuenta que la joven empresaria había dejado a Guerrero el cuidado de su hija antes de abordar la jeepeta con los desconocidos.
La osamenta será enviada al Instituto Nacional de Patología Forense para las investigaciones correspondientes.
Martínez está casada con un ciudadano suizo y posee un edificio de apartamentos en el sector Limonades, del sector San Martín, en Higüey.
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