HIGÜEY. Dos implicados en el secuestro y asesinato de la señora Wilma Teresa Martínez Barrientos fueron mandados por un año a prisión preventiva, medida de coerción impuesta por el juez de la Instrucción del distrito judicial de La Altagracia.
Porfirio Báez (El Amarillo) y Ramón Sabino Romano (Julio) fueron enviados al centro de rehabilitación y corrección “Anamuya” por el magistrado Edwin Rijo. El primero está acusado de haber quemado el cadáver de Martínez Barrientos junto con la principal acusada Crismeide Guerrero, mientras que el segundo, de cercenarle la cabeza.
En la audiencia Sabino Romano dijo que no tenía que ver con el crimen, y que conoció a Crismeide porque ella fue a su casa en El Seibo y le dijo que la ayudara a enterrar a una mujer que a había matado, pero que el contestó que no hacia ese tipo de trabajo. Añadió que Guerrero lo contacto por recomendación de su marido Jorge Romaro, quien guarda prisión en la cárcel de El Seibo por un asesinato.
De su lado El Amarillo también negó su participación en la comisión de los hechos que se le imputan en relación con la muerte de Wilma Teresa.
El Ministerio Publico, representado por el doctor Daniel Alberto Robles Nivar, calificó el caso de “horrendo”, ya que luego de matar a Wilma Teresa le pegaron fuego y le cercenaron la cabeza. El abogado José Raúl Corporal Chevalier, en representación de José Martínez Vásquez, Diomaris Barrientos y Bellanilda Martínez Barrientos, los dos primeros padres de la víctima y tercera tía se mostró de acuerdo con el pedido del Ministerio Publico.
Además de Báez (El Amarillo), Sabino Romano (Julio) y Crismeide Guerrero, está implicada Erika De La Cruz Rijo, 27 años, concubina de Báez y medio hermana de la principal acusada.
Wilma Teresa desapareció a esos de las 10:00 de la mañana del 8 de julio y de acuerdo con las versiones ofrecidas por su “amiga” Crismeide Guerrero, le dejó su hija de 6 meses para que la cuidara y luego se subió en una yipeta blanca que era “ocupada por tres hombres y dos mujeres de apariencia extranjera”.
La detenida, luego de mas de un mes encerrada en una cárcel, reveló a la Policía que ella y su hermana Erika cometieron el crimen en la casa de Wilma Teresa, luego que la amarraran de una columna.
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