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sábado, 20 de agosto de 2011

Sólo a jueza la espiaban por teléfono


Fue sólo en el despacho de la magistrada Katia Miguelina Jiménez, de la Primera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, que el  jueves fueron   encontrados dos micrófonos debajo de su escritorio.
El magistrado Eduardo Sánchez Mejía, compañero de labores de Jiménez, desmintió que en su despacho fuera encontrado algún micrófono, como se publicó.
Sin embargo, la fuente que ofreció la información confirmó que el despacho de Sánchez Mejía fue requisado luego de que se denunciara el hallazgo de los artefactos eléctricos en el despacho de la doctora Jiménez.
El magistrado Sánchez Mejía envió una correspondencia a este redactor, en la que aclara que en su despacho no fueron descubierto micrófonos.
“Nos dirigimos a usted con relación a la noticia circulada y fechada hoy (ayer) 19 de agosto con su firma y en la cual resaltan que en nuestro despacho fue localizado un micrófono. Tenemos a bien desmentir esta información toda vez que no hemos denunciado por ante as autoridades judiciales correspondientes tal situation, ni tampoco hemos encontrado ningún tipo de dispositivo electrónico de escucha en nuestra área de trabajo, en consecuencia le solicito tomar los correctivos de lugar con relación a la noticia”, manifiesta Sánchez Mejía a través de la correspondencia.
El hallazgo se produjo en momento en que la magistrada Jiménez aspira a un puesto en la Suprema Corte de Justicia.
Jiménez preside la Asociación de Jueces de la República Dominicana, organismo de reciente creación integrado por jueces de los diferentes tribunales.
Los micrófonos fueron detectados en el preciso momento en que la Primera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación se proponía  dar a conocer el fallo del caso de la estafa de que fue víctima el pelotero Julio Lugo.
La lectura de la sentencia del caso de Lugo estaba prevista para las 9:00 de la mañana pero ante el hallazgo fue leída pasadas las 4:00 de la tarde.  Se supo que ese descubrimiento provocó un escándalo mayúsculo entre los jueces de la Primera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional. Pese a los esfuerzos, la Magistrada Jiménez aún no ha podido ser contactada para conocer su versión sobre el hecho.

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