BOCA CHICA- Una exsargento mayor de la Policía Nacional se encadenó
frente al Palacio de Justicia de Boca Chica y amenazó con prenderse
fuego si no recibe el apoyo de las autoridades en un conflicto judicial
que mantiene con un supuesto pastor.
Lourdes Jiménez Vargas asegura que ya no tiene fuerzas para luchar en contra del supuesto pastor que se hace acompañar por hombres armados y que la intenta despojar de la única cosa que tiene: "una mejora al lado de la parada de Samaná, en las proximidades del kilómetros 18 de la Autopista Las Américas".
La policía retirada llegó en horas de la mañana al Juzgado de Paz de Boca Chica donde no se ha querido conocer su caso y al ver la indiferencia de los jueces y fiscales de dicho juzgado, se apostó en un árbol.
La señora Jiménez Vargas, histérica y sollozante exclamó: "A mí nadie me hace caso. Serví casi treinta años en la Policía, y ni la policía ni la justicia me hace caso, estoy recibiendo amenazas, me destruyen mis ahuyamas y se burlan de mí y no hay un fiscal ni un policía ni un juez que conozca la situación por la que estoy pasando. Si no me hacen caso me pego fuego aquí para que los turistas se lleven la imagen de mi impotencia".
La anciana se mostraba nerviosa, pero coherente en sus palabras y apuntó el teléfono en un papel 829-773-3469, porque de no hacerle caso los jueces o fiscales de este juzgado, tomará como última instancia la decisión de quitarse la vida en presencia del público.
Decenas de curiosos, entre ellos turistas, presenciaban la escena de protesta en la que la anciana se encadenó.
En tanto que reporteros trataron de obtener versiones sobre este caso de parte de los funcionarios judiciales que prestan servicio en el Palacio de Justicia municipal de Boca chica, pero nadie quiso ofrecer detalles y la seguridad impidió el paso hacia las oficinas a los miembros de la prensa.
Lourdes Jiménez Vargas asegura que ya no tiene fuerzas para luchar en contra del supuesto pastor que se hace acompañar por hombres armados y que la intenta despojar de la única cosa que tiene: "una mejora al lado de la parada de Samaná, en las proximidades del kilómetros 18 de la Autopista Las Américas".
La policía retirada llegó en horas de la mañana al Juzgado de Paz de Boca Chica donde no se ha querido conocer su caso y al ver la indiferencia de los jueces y fiscales de dicho juzgado, se apostó en un árbol.
La señora Jiménez Vargas, histérica y sollozante exclamó: "A mí nadie me hace caso. Serví casi treinta años en la Policía, y ni la policía ni la justicia me hace caso, estoy recibiendo amenazas, me destruyen mis ahuyamas y se burlan de mí y no hay un fiscal ni un policía ni un juez que conozca la situación por la que estoy pasando. Si no me hacen caso me pego fuego aquí para que los turistas se lleven la imagen de mi impotencia".
La anciana se mostraba nerviosa, pero coherente en sus palabras y apuntó el teléfono en un papel 829-773-3469, porque de no hacerle caso los jueces o fiscales de este juzgado, tomará como última instancia la decisión de quitarse la vida en presencia del público.
Decenas de curiosos, entre ellos turistas, presenciaban la escena de protesta en la que la anciana se encadenó.
En tanto que reporteros trataron de obtener versiones sobre este caso de parte de los funcionarios judiciales que prestan servicio en el Palacio de Justicia municipal de Boca chica, pero nadie quiso ofrecer detalles y la seguridad impidió el paso hacia las oficinas a los miembros de la prensa.
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