WASHINGTON, 12 Mar 2014 AFP.- Un hombre que pasó 30 años detenido en
el corredor de la muerte en una prisión de Luisiana (sureste de Estados
Unidos) fue liberado luego de que un tribunal dejara sin efecto su
condena por asesinato. Glenn Ford, de 64 años de edad, uno de los
prisioneros que llevaba más tiempo recluido en el corredor de la muerte
de una cárcel estadounidense, fue liberado después de que se obtuviera
nueva información que lo absolvía de un asesinato cometido en 1983. “Mi
mente va en todas direcciones, pero se siente bien”, dijo Ford a
periodistas en las afueras de la penitenciaria estatal de Luisiana tras
ser liberado el martes, según reportó la televisora WAFB, cadena filial
de CNN.
Ford, un afroamericano que estuvo detenido en el corredor de la muerte desde 1984 luego de ser condenado por un jurado integrado totalmente por blancos, afirmó que había perdido la mayor parte de su vida. “Mis hijos, cuando me marché, eran bebés. Ahora son hombres con hijos”, señaló. Un juez ordenó que Ford fuera liberado después de que los fiscales pidieran a la corte que lo dejaran en libertad, señaló la organización Capital Post Conviction Proyect de Luisiana.
La nueva información obtenida corroboró lo que Ford había mantenido durante todo este tiempo: que él no estaba presente en el lugar ni estaba involucrado en el homicidio del joyero Isadore Rozeman cometido en noviembre de 1983, precisó la organización. Rozeman fue encontrado muerto a balazos detrás del mostrador de su joyería el 5 de noviembre de 1983. Los informes de aquel entonces indicaron que nunca se encontró el arma homicida y que no hubo testigos del crimen.
“Glenn Ford es la prueba viviente de cuán imperfecto es realmente nuestro sistema de justicia”, destacó en un comunicado el miembro de Amnesty International en Estados Unidos Thenjiwe Tameika, según CNN. La cadena CBS recordó que conforme a las leyes de Luisiana todo aquel que haya pasado un tiempo en prisión y luego exonerado de cargos debe recibir una compensación. La ley dispone que se pague 25.000 dólares por cada año de encarcelamiento injusto hasta un máximo de 250.000 dólares, más otros 80.000 por la pérdida de “oportunidades de vida”. AFP
Ford, un afroamericano que estuvo detenido en el corredor de la muerte desde 1984 luego de ser condenado por un jurado integrado totalmente por blancos, afirmó que había perdido la mayor parte de su vida. “Mis hijos, cuando me marché, eran bebés. Ahora son hombres con hijos”, señaló. Un juez ordenó que Ford fuera liberado después de que los fiscales pidieran a la corte que lo dejaran en libertad, señaló la organización Capital Post Conviction Proyect de Luisiana.
La nueva información obtenida corroboró lo que Ford había mantenido durante todo este tiempo: que él no estaba presente en el lugar ni estaba involucrado en el homicidio del joyero Isadore Rozeman cometido en noviembre de 1983, precisó la organización. Rozeman fue encontrado muerto a balazos detrás del mostrador de su joyería el 5 de noviembre de 1983. Los informes de aquel entonces indicaron que nunca se encontró el arma homicida y que no hubo testigos del crimen.
“Glenn Ford es la prueba viviente de cuán imperfecto es realmente nuestro sistema de justicia”, destacó en un comunicado el miembro de Amnesty International en Estados Unidos Thenjiwe Tameika, según CNN. La cadena CBS recordó que conforme a las leyes de Luisiana todo aquel que haya pasado un tiempo en prisión y luego exonerado de cargos debe recibir una compensación. La ley dispone que se pague 25.000 dólares por cada año de encarcelamiento injusto hasta un máximo de 250.000 dólares, más otros 80.000 por la pérdida de “oportunidades de vida”. AFP
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