
La víctima es Carmen Paulino, de 42 años, y el homicida-suicida Pedro José Guzmán Reyes, de 54. Ambos dejaron en la orfandad a tres hijos, dos mayores de edad y uno menor.
Guzmán Reyes era dueño de bancas de apuestas y había sostenido una discusión con Paulino, según sus vecinos, a quienes uno de los hijos salió a buscar ayuda para que intervinieran.
Ambos cadáveres fueron trasladados a la morgue del hospital San Vicente de Paúl.
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