Santiago (R.Dominicana), 1 de Septiembre (EFE).- Diferentes sectores expresaron hoy preocupación por la violencia que afecta a la norteña provincia de Santiago, la segunda ciudad de la República Dominicana, y argumentaron que la situación ha desbordado los límites. Según cifras oficiales y de organismos civiles, 108 personas han fallecido este año de forma violenta en dicha demarcación, y 24 de esas muertes han sido por ajuste de cuenta vinculados al narcotráfico nacional e internacional. El pasado 24 de agosto desconocidos mataron de varios disparos al español Pablo Fanjul, de 45 años, mientras se recreaba junto a un perro que tenía como mascota en las inmediaciones de un parque de la ciudad de Santiago.
Tres días después, la Policía Nacional encontró en una casa desocupada en esa misma ciudad los cadáveres de tres colombianos y un venezolano, los cuales estaban maniatados y presentaban impactos de bala en sus cabezas, extremidades y otras partes. La Policía dijo que la misma arma con la que ultimaron al español se usó en la muerte de los cuatro suramericanos, lo que evidencia que las cinco muertes tienen el mismo vinculo. Las autoridades atribuyen las muertes de los extranjeros a supuestos ajustes de cuentas vinculados al tráfico de drogas.
El portavoz del Voluntariado para la Seguridad de Santiago (VOSES), Juan Ortíz, dijo a la prensa que los casos de violencia que se han registrado en esta provincia están desbordando los límites. Asimismo, estimó que la Dirección General de Migración debe ser más cuidadosa a la hora de admitir a los extranjeros a los cuales, según dijo, se le debe dar más seguimiento. "Si no tenemos controles sobre nuestros nacionales, menos vamos a tener sobre los extranjeros que nos visitan", indicó. Mientras que la portavoz de la Coordinadora de Mujeres del Cibao (norte), Yolanda Santana, dijo que el desbordamiento de la violencia ha llegado a extremos de que "la gente está viendo los hechos de sangre como algo cotidiano", lo que calificó como "grave".
En tanto, el arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, opinó que se requiere la aplicación inmediata de medidas modernas que garanticen la seguridad ciudadana. No obstante, el jefe de la Policía en la zona norte, el general Juan Ramón de la Cruz Martínez, consideró como una exageración el calificativo de "insegura" que se le ha dado a la ciudad. El alto oficial explicó que las 108 muertes violentas que se han registrado este año en esa provincia, promedian una tasa de criminalidad de 13,5 % y que la media en el país ronda el 23 %. EFE
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