Sin importar género u orientación sexual, dar o recibir placer a través del sexo oral anal causa polémica. Para algunas personas resulta poco higiénico, atrevido o pervertido; para otros, el contacto entre boca y ano lleva al orgasmo seguro. ¡Aquí, todo lo que debes saber sobre el “beso negro” o rimming!
¡Todo por un “beso de colibrí”!
También conocido como “beso de colibrí” o “beso polaco”, el “beso negro” consiste en la estimulación del ano mediante lengua o labios para provocar excitación, placer erótico y sexual de la pareja.
Debido a tabúes entre heterosexuales que sienten vergüenza al solicitarlo a su pareja, se ha considerado que el científicamente llamado anilingus es práctica exclusiva de homosexuales. Sin embargo, esto es sólo un mito pues el “beso polaco” resulta altamente estimulante para alcanzar tanto el orgasmo femenino como el masculino.
Se le llama “beso de colibrí” porque estimula el periné (base de la pelvis, entre los genitales y el ano de mujeres u hombres) y la lengua penetra el ano profundamente, simulando la manera en que esta ave succiona el néctar de las flores.
La humedad, fricción y temperatura tibia que la boca posee al contacto con zonas erógenas como el periné o el ano puede resultar tan placentero para las parejas, que termina por ser una de sus prácticas sexuales favoritas.
La llamada posición del “69” (con la boca en los genitales de la pareja) y la de “perrito” (donde la mujer da la espalda a su pareja para ser penetrada) son las posturas más recomendables para que el anilingus resulte la estrella del sexo oral.
Rimming, ¿peligroso?
Como cualquier otra práctica de sexo oral, el “beso negro” involucra riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual u otro tipo de infecciones debido a presencia de bacterias, virus o parásitos alrededor o dentro del ano si no se toman medidas de higiene y protección adecuadas:
Hepatitis A, B o C: cuyos virus se transmiten por heces o sangre de una persona infectada y causan inflamación del hígado. El tipo A es el menos grave, pues las otras suelen ser crónicas.
Lombriz intestinal: su contagio se produce por ingestión de los huevecillos, que se eliminan a través de las heces.
Virus del papiloma humano (VPH): agente infeccioso que afecta piel y mucosas; causa formaciones de tejido anormal (verrugas, mezquinos, neoplasias, entre otras alteraciones a nivel celular) e, incluso, cáncer.
Shigella: infección del intestino que se caracteriza por dolor abdominal y rectal agudo, fiebre, heces con sangre y moco, diarrea acuosa y vómito.
Gonorrea: infección que afecta las paredes de la uretra (canal por donde transita la orina) en el hombre, y de la vagina en la mujer, o del ano y recto en ambos. También puede aparecer en la garganta si se practica sexo oral sin protección.
Herpes: enfermedad de transmisión sexual incurable que ocasiona lesiones (erupción) en todo el cuerpo, principalmente en boca (conocidos como fuegos labiales) y órganos reproductores.
VIH/sida: heridas bucales o encías irritadas durante el contacto entre boca y ano favorecen el contagio del virus causante de sida, ya que puede haber contacto con sangre o mucosas del ano infectadas.
Para prevenir posible contagio, lo mejor es llevar a cabo la práctica del “beso polaco” con una sola pareja y usar condón o alguna protección de látex en la zona anal o vaginal que evite el contacto directo de la boca con los fluidos de la otra persona.
Estas barreras bucales se venden en muchas farmacias o tiendas de artículos sexuales, pero también se pueden hacer cortando un preservativo. Asimismo, utiliza únicamente lubricantes a base de agua para no dañar este material.
Consejos para practicar el “beso negro”
El “beso negro” es una de las mejores formas de estimulación del ano, una de las zonas erógenas más importantes del cuerpo femenino y masculino, y puede convertirse en un paso previo al sexo anal y/o vaginal.
Para dar un “beso de colibrí” puedes comenzar acariciando y jugueteando con los glúteos de tu pareja a través de la masturbación, pasa a sus genitales para luego ir con tu mano poco a poco hacia el periné. Una vez allí, inicia la estimulación del ano frotando suavemente con tu dedo medio o tu lengua en movimientos circulares.
Usa tu lengua para masajear el periné y tu boca para chupar y disfrutar del rimming, el cual puedes seguir alternando con la masturbación por otras partes del cuerpo convirtiendo la experiencia en una explosión de sensaciones que causarán el orgasmo masculino o femenino.
“Beso negro”, pero ante todo, higiénico
Por tratarse de sexo oral-anal, la higiene es fundamental. Antes de practicar o recibir el rimming asegúrate de:
Lavar perfectamente tu ano con suficiente agua. Incluso puedes tomar un baño en pareja y así asegurar el lavado anal.
No emplees jabón, pues podría irritar la mucosa anal, solamente su espuma.
Quita cualquier exceso de materia fecal con movimientos circulares de adentro hacia afuera.
Mantén el área libre de vello, pero depílate al menos un par de días antes para que no te quede ningún tipo de irritación o escozor.
Antes de pasar del “beso negro” a estimular los genitales de tu pareja, lávate la boca para evitar infecciones en el tracto urinario.
Es muy importante que ambos miembros de la pareja estén de acuerdo con el “beso negro” y lo hagan plenamente seguros sin ningún tipo de presión. Si alguno de los dos no lo desea, lo mejor es detenerse.
SyM - Luz Escutia López
¡Todo por un “beso de colibrí”!
También conocido como “beso de colibrí” o “beso polaco”, el “beso negro” consiste en la estimulación del ano mediante lengua o labios para provocar excitación, placer erótico y sexual de la pareja.
Debido a tabúes entre heterosexuales que sienten vergüenza al solicitarlo a su pareja, se ha considerado que el científicamente llamado anilingus es práctica exclusiva de homosexuales. Sin embargo, esto es sólo un mito pues el “beso polaco” resulta altamente estimulante para alcanzar tanto el orgasmo femenino como el masculino.
Se le llama “beso de colibrí” porque estimula el periné (base de la pelvis, entre los genitales y el ano de mujeres u hombres) y la lengua penetra el ano profundamente, simulando la manera en que esta ave succiona el néctar de las flores.
La humedad, fricción y temperatura tibia que la boca posee al contacto con zonas erógenas como el periné o el ano puede resultar tan placentero para las parejas, que termina por ser una de sus prácticas sexuales favoritas.
La llamada posición del “69” (con la boca en los genitales de la pareja) y la de “perrito” (donde la mujer da la espalda a su pareja para ser penetrada) son las posturas más recomendables para que el anilingus resulte la estrella del sexo oral.
Rimming, ¿peligroso?
Como cualquier otra práctica de sexo oral, el “beso negro” involucra riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual u otro tipo de infecciones debido a presencia de bacterias, virus o parásitos alrededor o dentro del ano si no se toman medidas de higiene y protección adecuadas:
Hepatitis A, B o C: cuyos virus se transmiten por heces o sangre de una persona infectada y causan inflamación del hígado. El tipo A es el menos grave, pues las otras suelen ser crónicas.
Lombriz intestinal: su contagio se produce por ingestión de los huevecillos, que se eliminan a través de las heces.
Virus del papiloma humano (VPH): agente infeccioso que afecta piel y mucosas; causa formaciones de tejido anormal (verrugas, mezquinos, neoplasias, entre otras alteraciones a nivel celular) e, incluso, cáncer.
Shigella: infección del intestino que se caracteriza por dolor abdominal y rectal agudo, fiebre, heces con sangre y moco, diarrea acuosa y vómito.
Gonorrea: infección que afecta las paredes de la uretra (canal por donde transita la orina) en el hombre, y de la vagina en la mujer, o del ano y recto en ambos. También puede aparecer en la garganta si se practica sexo oral sin protección.
Herpes: enfermedad de transmisión sexual incurable que ocasiona lesiones (erupción) en todo el cuerpo, principalmente en boca (conocidos como fuegos labiales) y órganos reproductores.
VIH/sida: heridas bucales o encías irritadas durante el contacto entre boca y ano favorecen el contagio del virus causante de sida, ya que puede haber contacto con sangre o mucosas del ano infectadas.
Para prevenir posible contagio, lo mejor es llevar a cabo la práctica del “beso polaco” con una sola pareja y usar condón o alguna protección de látex en la zona anal o vaginal que evite el contacto directo de la boca con los fluidos de la otra persona.
Estas barreras bucales se venden en muchas farmacias o tiendas de artículos sexuales, pero también se pueden hacer cortando un preservativo. Asimismo, utiliza únicamente lubricantes a base de agua para no dañar este material.
Consejos para practicar el “beso negro”
El “beso negro” es una de las mejores formas de estimulación del ano, una de las zonas erógenas más importantes del cuerpo femenino y masculino, y puede convertirse en un paso previo al sexo anal y/o vaginal.
Para dar un “beso de colibrí” puedes comenzar acariciando y jugueteando con los glúteos de tu pareja a través de la masturbación, pasa a sus genitales para luego ir con tu mano poco a poco hacia el periné. Una vez allí, inicia la estimulación del ano frotando suavemente con tu dedo medio o tu lengua en movimientos circulares.
Usa tu lengua para masajear el periné y tu boca para chupar y disfrutar del rimming, el cual puedes seguir alternando con la masturbación por otras partes del cuerpo convirtiendo la experiencia en una explosión de sensaciones que causarán el orgasmo masculino o femenino.
“Beso negro”, pero ante todo, higiénico
Por tratarse de sexo oral-anal, la higiene es fundamental. Antes de practicar o recibir el rimming asegúrate de:
Lavar perfectamente tu ano con suficiente agua. Incluso puedes tomar un baño en pareja y así asegurar el lavado anal.
No emplees jabón, pues podría irritar la mucosa anal, solamente su espuma.
Quita cualquier exceso de materia fecal con movimientos circulares de adentro hacia afuera.
Mantén el área libre de vello, pero depílate al menos un par de días antes para que no te quede ningún tipo de irritación o escozor.
Antes de pasar del “beso negro” a estimular los genitales de tu pareja, lávate la boca para evitar infecciones en el tracto urinario.
Es muy importante que ambos miembros de la pareja estén de acuerdo con el “beso negro” y lo hagan plenamente seguros sin ningún tipo de presión. Si alguno de los dos no lo desea, lo mejor es detenerse.
SyM - Luz Escutia López
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