La vigilia dio inicio al caer la noche con la interpretación de un himno que se identifica estrechamente con el fallecido pontífice. Las personas compartieron la llama para el encendido de sus velas, bailaron acompañadas por el coro y escucharon a una monja francesa, que sufría el mal de Parkinson's, relatar cómo fue curada tras rezar a Juan Pablo, quien padeció la dolencia.
En el acto se encuentra la primera dama de la República, Margarita Cedeño de Fernández, quien -por decreto del Presidente en cabeza la delegación dominicana. También están Víctor Manuel Grimaldy Céspedes, embajador dominicano ante la Santa Sede y Rosa Hernández de Grullón, representante permanente de la República Dominicana ante las Naciones Unidas.
El Vaticano decretó que la inexplicable curación de la hermana Marie Simone-Pierre es el milagro necesario para beatificar a Juan Pablo, proceso que culminará el domingo durante la misa oficiada en la Plaza de San Pedro por el papa Benedicto XVI.
Benedicto puso en vía de apremio el proceso de beatificación de Juan Pablo al dispensarlo de la espera tradicional de cinco años y permitir que comenzaran los procedimientos a las pocas semanas de su fallecimiento el 2 de abril del 2005. Benedicto respondió así a los gritos de "Santo súbito" o beatificación inmediata que fueron proferidos durante el funeral de Juan Pablo.
El cardenal Stanislaw Dziwisz, por mucho tiempo secretario de Juan Pablo II, se sentó con decenas de sus colegas en un escenario.
"Murió como un santo", dijo Dziwisz a la multitud.
En el lugar se proyectaron imágenes de enlaces televisivos que mostraban a creyentes en templos marianos de México, Tanzania, Polonia, Líbano y Fátima, en Portugal, que celebraban la beatificación de Juan Pablo II, el preámbulo de la canonización.
Juan Pablo II será beatificado el domingo en la Plaza de San Pedro, el proceso más rápido en los tiempos modernos. El pontífice falleció hace poco más de seis años.
La vigilia seguramente durará toda la noche, la llamada "noche blanca" de plegarias que continúa en ocho iglesias abiertas en el centro de la ciudad antes de que se levanten las barricadas de la Plaza de San Pedro para permitir la entrada de los peregrinos hacia las 0330GMT a fin de asistir a la misa de beatificación de las 0800GMT.
Algunos sectores han criticado la celeridad del proceso, precisamente cuando ha salido a la luz el encubrimiento de delitos cometidos por sacerdotes que violaron a niños durante los 27 años de papado de Juan Pablo II.
Empero, el cardenal José Saraiva Martins, retirado de la oficina que lleva los procesos de beatificación en el Vaticano, dijo el sábado que el Papa no podía ser responsabilizado por algo que desconocía.
Benedicto puso en vía de apremio el proceso de beatificación de Juan Pablo al dispensarlo de la espera tradicional de cinco años y permitir que comenzaran los procedimientos a las pocas semanas de su fallecimiento el 2 de abril del 2005. Benedicto respondió así a los gritos de "Santo súbito" o beatificación inmediata que fueron proferidos durante el funeral de Juan Pablo.
El cardenal Stanislaw Dziwisz, por mucho tiempo secretario de Juan Pablo II, se sentó con decenas de sus colegas en un escenario.
"Murió como un santo", dijo Dziwisz a la multitud.
En el lugar se proyectaron imágenes de enlaces televisivos que mostraban a creyentes en templos marianos de México, Tanzania, Polonia, Líbano y Fátima, en Portugal, que celebraban la beatificación de Juan Pablo II, el preámbulo de la canonización.
Juan Pablo II será beatificado el domingo en la Plaza de San Pedro, el proceso más rápido en los tiempos modernos. El pontífice falleció hace poco más de seis años.
La vigilia seguramente durará toda la noche, la llamada "noche blanca" de plegarias que continúa en ocho iglesias abiertas en el centro de la ciudad antes de que se levanten las barricadas de la Plaza de San Pedro para permitir la entrada de los peregrinos hacia las 0330GMT a fin de asistir a la misa de beatificación de las 0800GMT.
Algunos sectores han criticado la celeridad del proceso, precisamente cuando ha salido a la luz el encubrimiento de delitos cometidos por sacerdotes que violaron a niños durante los 27 años de papado de Juan Pablo II.
Empero, el cardenal José Saraiva Martins, retirado de la oficina que lleva los procesos de beatificación en el Vaticano, dijo el sábado que el Papa no podía ser responsabilizado por algo que desconocía.
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