MIAMI. AFP. El apretón
de manos entre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro en Sudáfrica
dividió profundamente el martes las opiniones entre representantes de la
comunidad de exiliados cubanos en Miami.
Para un sector de la comunidad cubana
que vive en el sur del estado de Florida, este saludo no ha sido más que
un gesto de cordialidad diplomática.
Para otros, el presidente Obama
convalidó al gobierno cubano. “Esto puede representar para cualquier
espectador que las cosas están muy bien.
Pero uno, que conoce toda la historia
desde adentro, sabe que es sólo eso: un gesto simbólico”, dijo Wendy
Valdez, una licenciada en Turismo de 23 años. “Pienso que el
presidente Obama tiene deseos de que haya un acuerdo para que se
restablezcan las relaciones diplomáticas, pero no sólo depende de él. Un
apretón de manos no cambia las cosas de un día para otro”, agregó
Valdez, quien vive en Estados Unidos desde hace “un año y tres días”.
Entre los partidos políticos y las
asociaciones civiles cubanas que operan en Miami, algunas de ellas desde
el triunfo de la revolución, en 1959, los puntos de vista también son
diversos.
Para Ramón Saúl Sánchez, presidente del
Movimiento Democracia, lo que agrava el saludo de Barack Obama a Castro
es el contexto en el que se produjo, en el día de los Derechos Humanos.
“En este ambiente, el presidente de los Estados Unidos le da la mano al
hombre responsable de tantos crímenes y tanta represión y por lo tanto,
obviamente, la gente no se siente contenta con ese gesto de Barack
Obama”, afirmó Sánchez.
En contrapartida, Marcelino Miyares
Sotolongo, dirigente del Partido Demócrata Cristiano de Cuba, consideró
que el saludo de Obama a Castro tiene una carga simbólica muy positiva.
”Ambos jefes de Estado están diciéndole
al resto del mundo que si se dan la mano físicamente, ¿por qué no van a
poder resolver los problemas que existen entre los dos estados?”, dijo
Miyares.
“Ha sido el gobierno cubano, en
realidad, quien ha rechazado todas las iniciativas que ha habido para
reanudar las relaciones porque a La Habana le ha convenido la situación
de aislamiento.
Pero en este momento parece que ya no le
conviene por muchas razones”, agregó. Obama y Castro se estrecharon
cordialmente las manos y parecieron saludarse gentilmente durante los
funerales al expresidente sudafricano Nelson Mandela, en Johannesburgo.
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